Academia de Ciencias de San Francisco y el parque Golden Gate

En San Francisco, California, tienen un clima interesante que les permite cultivar muchas plantas que para mi son exóticas. Hay un gran parque en esta ciudad llamado Golden Gate Park. Es uno de los parques urbanos más grandes del mundo, con mayor extensión que Central Park en Nueva York. (La siguiente escena, dominada por helechos arborescentes y gunneras de grandes hojas, es una de mis ideas de perfección):

Tuve la oportunidad de visitar una pequeña parte de este espacio justo antes de volver a España tras estar en el Garden Bloggers Fling en Portland. Es muy grande y sólo pude ir al jardín botánico y la Academia de Ciencias de San Francisco, que es lo que vamos a ver hoy, junto con algunas cosillas que vi por el camino, como estas:

Amapola de California Eschscholzia californica

La cola para entrar a la Academia de Ciencias, que es como un museo de ciencias naturales, está junto a unos helechos arborescentes preciosos:

Y junto a parterres llenos de plantas muy interesantes, como Puya caerulea, de Chile, o aeoniums de color oscuro:

Las vistas desde dicha cola:

Parecen palmeras chilenas (la magnífica Jubaea chilensis), pero no sé seguro si lo son:

Este es el edificio en el que entré. Cuenta con un tejado verde. Se puede subir a verlo pero yo no pude ya que aproveché para ir la noche de un jueves, día en el que abren por la noche y se puede tomar algo dentro del museo. Es muy curioso, y bonito, porque muchísimas parejas quedan ahí para conocerse o en sus primeras citas:

Dentro hay animales de muchos tipos, un cocodrilo albino, un acuario, mantas raya, etc...por supuesto, a mi lo que me encantan son las ranas...

Anémonas:

Medusas:

¿No sería interesante tener una pecera con medusas en un jardín?

Más ranitas:

Y... ¡peces con pulmones! es como ver la evolución ahí mismo:

También hay vitrinas tras las cuales se representan distintos hábitats del mundo...a mi me encantó esta del Desierto de Namibia, donde viven estas plantas (Welwitschia mirabilis), auténticos fósiles vivientes y una de las plantas más alucinantes y con mayor aspecto de alienígena que existen. Es una planta gimnosperma (sí, como los pinos o el ginkgo) que sólo tiene dos hojas que no paran de crecer y enrollarse como un trapo sucio tirado en el suelo:

En fin, que hay bastantes más cosas que ver en el museo, pero yo me voy a ver los jardines de fuera y de día.

Una colección de dahlias:

Un jardín japonés:

Hay que pagar unos 8 dólares para entrar, pero si vas a ciertas horas de la mañana se entra gratis. Estaba lleno de gente y ese mismo día cogía mi avión de retorno a Madrid, así que no entré. Al fin y al cabo, habiendo conocido el Jardín Japonés de Portland ya estaba contenta:

Aún tengo preparadas varias entradas sobre el impresionante jardín botánico que hay dentro de este parque y el conservatorio de flores, que también se encuentra aquí...ya lo iremos viendo.