Debo confesar que uno de mis momentos preferidos en el jardín es la noche.
Cuando estoy en mi casa del pueblo en verano espero con alegría la llegada de las horas nocturnas, momento en el que puedo ataviarme con algún jersey (si hace frío) y una linterna para salir a la oscuridad del jardín.
¡Y es en ese momento cuando tengo el placer de observar a los habitantes nocturnos que tanto me gustan!
Desde pequeña he mantenido una pasión por los anfibios, por lo que ver que les gusta mi jardín me emociona y me hace saber que me ayudan a cuidarlo de los insectos que perjudican a las plantas.
Una de las noches que estaba mirando a ver si había babosas ¡¡¡me encontré con esto!!!