Este pasado diciembre, mientras paseaba por uno de los parajes "misteriosos" que tiene mi pueblo (Carrascosa, Cuenca), tuve la oportunidad de hacer unas fotos de un lugar abandonado. Y, aunque está incluso en otro continente, me hizo pensar en el jardín que os acabo de enseñar, Bella Madrona.
Y es que, las ruinas, el musgo, un ambiente húmedo y oscuro, pero lleno de verde, hace volar la imaginación y te transporta a un mundo romántico y misterioso, ideal para llenar de inspiración a un joven Gustavo Adolfo Bécquer y sus leyendas y poesías.
Este lugar se encuentra en La Herrería de Santa Cristina, una pedanía de Carrascosa. Hoy en día es una pequeña aldea, pero es un lugar lleno de historia. Fue un poblado celtibérico, del que aún conserva un foso de protección, y una población romana, de cuya época datan varios silos y escaleras talladas en la roca tobácea.
Pero su historia no acaba ahí, ya que posee cuevas, aguas transparentes, lugares escondidos y una pequeña ermita con una de las vistas más bonitas que un edificio religioso tan modesto puede tener.
¿Y qué más? pues también ha tenido su importancia en otros siglos más recientes, como el XVI, cuando el dueño de una "herrería" situada en este lugar se casó con la hija del mismísimo Miguel de Cervantes Saavedra (autor de "El Quijote"), Isabel de Cervantes.
Y esto, es uno de los restos que quedan de aquella época:
Hay varias construcciones en ruinas, totalmente invadidas y dominadas por la vegetación. Esta que os enseño es un antiguo molino, junto al cual aún circula la corriente de agua que antes discurría por el caz del molino. Aunque ahora se ha abierto su propio camino,
e incluso se filtra por entre las piedras de la construcción (en la foto no se aprecia pero caían pequeños chorros de agua al interior de este muro):
Y la verdad es que, si se pudiera tener un jardín grande, algo como esto le daría un aire místico o mágico muy atractivo...
Como esto no es un jardín, si no que es un entorno natural en el que el tiempo y la flora han ido deteriorando lo que una vez fue del hombre, es mejor tener cuidado al explorarlo y mantenerse alejado de muros que puedan derrumbarse.
Mientras tanto, mejor disfrutemos del abrazo que la hiedra, el musgo y los hongos le dan a este lugar:
La decadencia de los lugares abandonados, al mismo tiempo es bella...
Por si fuera poco todo lo que he contado, este sitio se encuentra junto al hermoso curso alto del Guadiela, y en invierno se rodea de pequeñas cascadas, mientras que en verano, de las flores y frutos de trepadoras y arbustos:
Espero que todos los que tengan la suerte de pasar por aquí sepan respetar al máximo el entorno:
Quite a haunting atmosphere, like the setting of a suspense movie!
ResponderEliminarYes! I think I would be a little afraid to be there at night...
EliminarQue bonitas fotos Lisa, me gustan los lugares abandonados y tomados por la naturaleza, siempre pienso en como serian sus habitantes. Un besin.
ResponderEliminarNo se me había ocurrido pensar en eso ¡pero tienes razón! qué interesante sería poder conocerlos. Un beso.
EliminarMuy bueno, Lisa. ¿Es el Molino de la Losa?
ResponderEliminarGracias José María. No, es el Molino de la Herrería. El de la Losa no está abandonado, está en pie.
EliminarThank you for taking us along.
ResponderEliminarThank you for coming :)
EliminarQué fotos tan bonitas consigues, Lisa, transmiten muy bien las sensaciones de ese lugar.
ResponderEliminarGracias por mostrarlas!!!
Muchas gracias Mónica :). Era un lugar con mucha magia y si he conseguido transmitir, al menos un poco, me quedo tranquila.
EliminarMe encantan esos troncos llenos de musgo. Besos.
ResponderEliminarGracias Teresa, a mi también me encantan :)
EliminarPrecioso, a mi también me encanta esa vegetación que aparece sin buscarla en los sitios más recónditos, tiene ese tono y ese aspecto tan bonito que sólo consigue el paso del tiempo y el abandono.
ResponderEliminarun saludo
¡Gracias Margó! ¿quizás tu podrías incorporar algún tronco lleno de musgo a tu jardín? yo, si pudiera, lo haría, porque me encanta :)
EliminarSi, los dejo que se vayan deteriorando y descomponiendo, así los pájaros buscan allí su alimento y da resultado, a los mirlos especialmente les encanta rebuscar entre la madera vieja. A parte de eso tienen el encanto del que tu hablas, se llenan de musgo y de helechos o hiedra y son tan guapos...
EliminarPues deben de quedar preciosos :) y ver a las aves disfrutar de ello no tiene precio.
EliminarEs precioso Lisa, un lugar realmente mágico donde uno puede imaginar mil historias, verdad? :) y, por supuesto, lleno de elementos muy inspiradores para el diseño de un jardín. Menudos tesoros encuentras!!
ResponderEliminarGracias María José :)...yo, si pudiera, me haría una casa ahí cerca.
EliminarVaya vaya... un lugar de esos en los que uno se sienta y tiene la impresión de que por allí parece no pasar el tiempo, eh? anda que no habré pasado yo ratos por ruinas y parajes abandonados, imaginando vidas y momentos pasados. O simplemente disfrutando. Muy bonito Lisa, me encanta.
ResponderEliminarTe imagino perfectamente imaginando esas vidas y momentos pasados, pega mucho con alguien soñador como tu :)
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