Ya hubo un día que hablamos del árbol más viejo del mundo (Pinus longaeva). Hoy me gustaría hablar del más alto del mundo (Sequoia sempervirens). Y es que visitar la costa oeste de Estados Unidos tiene la particularidad de permitirte ver, relativamente cerca unos de otros, no sólo a los dos mencionados, sino también a los árboles más grandes del mundo (Sequoiadendron giganteum).
La secuoya roja o secuoya de California es una conífera perteneciente a la familia Cupressaceae (al principio estaba incluida en la familia Taxodiaceae, hasta que la misma fue incluida en la de las cupresáceas).
Es la única especie viva del género Sequoia y actualmente ostenta el título del árbol más alto del mundo. Estos árboles de hoja perenne pueden alcanzar más de 100 m de altura, siendo el ejemplar de nombre "Hyperion" el poseedor del récord con 115,61 m de altura (y 4,84 m de diámetro).
Compiten por este título con los eucaliptos del oeste de Australia (Eucalyptus regnans) y con Pseudotsuga menziesii (abeto de douglas), de los que se tienen registros históricos de ejemplares cortados que superaban en altura a las secuoyas vivas en la actualidad. Sin embargo no hay que olvidar que las secuoyas situadas en sitios ricos en agua y nutrientes, así como protegidos del fuego, habrán sido las primeras en ser cortadas tras la conquista de América, pudiendo haber perdido en esos años a los árboles más altos del mundo.
El verano pasado, cuando asistí al Garden Bloggers Fling 2014, pasé también unos días en San Francisco y no podía irme sin ver a estos gigantes. Y es que se trata de árboles que ocurren de manera natural en la costa oeste de Estados Unidos, desde el sur oeste del estado de Oregón (42º latitud N) hasta el estado de California en el condado de Monterey (35º N). Ocupan una estrecha franja junto a la costa, de unos 724 km de largo, que fue casi continua en su día. Ahora está fragmentada debido a la explotación de los recursos que ha existido desde la llegada de los europeos a esta zona del mundo.
Están confinadas a las áreas costeras (en una franja de 61 km de ancho), donde la niebla proveniente del mar es abundante gran parte del año. Generalmente viven a menos de 300 m sobre el nivel del mar, pudiendo llegar ocasionalmente a mayores cotas (1000 m).
La media anual de temperaturas varía entre 10º y 16ºC y las mínimas raramente bajan de -9ºC. Las máximas no suelen subir de 38ºC.
La precipitación anual en estas zonas varía entre 640 mm y 3100 mm anuales, siendo más abundante en invierno, aunque llueve casi todos los meses excepto en verano (julio es el mes más seco). Sin embargo son las abundantes nieblas de verano las que determinan la presencia de estos bosques, minimizando la pérdida de agua por evapotranspiración y aportando agua extra al condensar en hojas y troncos y gotear hasta el suelo.
Suelen encontrarse sobre terrenos aluviales, donde forman bosques, a veces dominados por secuoyas (esto ocurre en las mejores localizaciones, valles de ríos en zonas llanas y de suaves colinas, con mucha humedad y por debajo de los 305 m). Con más frecuencia aparece en bosques mixtos, compartiendo espacio con otras coníferas (como Pseudotsuga menziesii, Abies grandis, Tsuga heterophylla o Picea sitchensis) y con angiospermas (Lithocarpus densiflorus, Arbutus menziesii, Acer circinatum, Acer macrophyllum, Alnus rubra, Castanopsis chrysophylla, Fraxinus latifolia, Myrica californica, Quercus garryana, Rhamnus purshiana, Salix spp., Umbellularia californica).
Tronco de otro tipo de conífera en un bosque de secuoyas
Secuoyas rodeadas de angiospermas (es decir, árboles y arbustos que no son coníferas)
Hay más coníferas que comparten bosques con las secuoyas, pero de manera menos frecuente, como Chamaecyparis lawsoniana, Taxus brevifolia, Thuja plicata, Torreya californica, varias especies de pino y otras coníferas.
Además de ser tan singulares debido a su altura, son plantas muy longevas, alcanzando algo más de 2000 años. La secuoya de tronco único de mayor volumen descubierta, cuenta con 1045 metros cúbicos, posee 93,57 m de altura y 7,22 m de diámetro a la altura del pecho (que es como se mide el diámetro en los árboles).
La forma más fácil de conocer estos impresionantes seres vivos es visitando Muir Woods (bosque Muir), un lugar protegido a sólo 25 minutos en coche del centro de San Francisco. Se trata de uno de los pocos bosques primarios o de crecimiento antiguo que quedan. En cierta época estos bosques primarios ocupaban alrededor de 809000 ha (8000 km cuadrados) a lo largo de la costa de Oregón y California, pero se ha acabado con el 97% de los mismos. Muir Woods ha llegado a nuestros días gracias al esfuerzo de William y Elizabeth Kent, que compraron la tierra para preservar su belleza y la donaron posteriormente al gobierno federal, en 1908, para protegerlo de la destrucción. Este es su aspecto en la actualidad, lleno de gente interesada en conocer a estos gigantes:
La pareja Kent nombró este bosque en honor a John Muir, un importante naturalista que logró un gran impacto en la sociedad de su época con su filosofía sobre la naturaleza y la protección de grandes espacios naturales. Como explican en la página de este espacio protegido, cuando Muir supo que iban a poner su nombre a un bosque como este, dijo:
"Este es el mejor monumento que jamás podría encontrarse entre todos los bosques del mundo para un amante de los árboles"
Existen otros enclaves protegidos donde admirar a estos gigantes. Seguramente tan bellos como este, o más, al estar menos cerca de San Francisco y contar con menor tráfico de visitantes...pero el tiempo es un recurso escaso y no pude permitirme ir a verlos. Unos ejemplos son el Redwood National Park, Humboldt Redwoods State Park y Montgomery Woods State Reserve.
Nosotros vamos a echar un ojo a Muir Woods:
Estos bosques, como todo aquello que se cubre habitualmente con niebla, parecen mágicos.
Si además se añaden varias circunstancias:
1. como el hecho de que tienen mucha humedad y abundan plantas de familias que ya existían en la era secundaria: toda clase de helechos, equisetum (cola de caballo) y musgos...
Pteridium aquilinum y Equisetum spp.
2. Los árboles caídos, a veces colonizados por otras plantas
3. el gran tamaño de muchas de las secuoyas
Al final tenemos un bosque de aspecto primitivo en el que no cuesta nada imaginarse a dinosaurios u otros animales del cretácico y jurásico paseándose a sus anchas.
Si alguna vez lo visitáis, hay una zona principal, donde se ven grandes árboles, accesible a todo el mundo gracias a una gran tarima de madera que posibilita la entrada hasta de sillas de ruedas.
Pero también hay sendas que conducen cerros arriba, hacia bosques más tupidos con secuoyas más pequeñas y otra clase de plantas con formas interesantes:
Fuentes de información:
- IUCN
Nunca dejan indiferente, siempre sorprenden... ¡y oye, qué bien acondicionado que lo tienen todo!
ResponderEliminarSí, me quedé muy sorprendida por ello...normalmente me gustan los sitios vírgenes, sin acondicionar...pero entiendo que para cualquiera con alguna discapacidad o yo misma cuando me pesen los años, es un lujo tener un lugar así de bien acondicionado y poder disfrutar del mismo. Y encima está hecho de una manera que se funde con el entorno. Le doy cinco estrellas.
EliminarAmazing! The photos of people walking through and looking up clearly illustrates the majesty of these trees.
ResponderEliminarThere are so many magical plants in this world...a lifetime is not enough to see them all!
EliminarPrecioso Lisa, me encantaría conocerlo seria un paseo maravilloso. Gracias y besos.
ResponderEliminarParece que hay un bosque de secuoyas bastante impresionante (obviamente plantado) en Granada...las llaman las mariantonias, jejeje. Y otro no sé si en Cantabria...sería interesante ir a verlos...
EliminarFabuloso! y muy interesante la información. Además, a mi me has traído muy buenos recuerdos de un viaje que hice (long time ago... pero muy long!) a California. Recorrimos en coche la costa, desde LA hasta San Francisco y regresamos a LA por el interior, visita a P.N. Yosemite incluida... Grande California en todos los sentidos ¿verdad?
ResponderEliminarGracias por compartir, y tus fotos, como siempre, preciosas :)
¡¡Ay María José!! yo también he aprovechado para conocer Yosemite ¡¡¡y me he quedado boquiabierta!!! muy impresionada, de verdad... me encantaría hacer un recorrido en coche como el que hiciste...algún día, si puedo, repetiré destino :)
EliminarMuchas gracias :D
¡Madre mía, para quedarse con la boca abierta! Esos árboles tienen un tamaño descomunal. Gracias por esas fotos.
ResponderEliminarSon impresionantes, la verdad es que sí...me alegro de que te hayan gustado Mónica :)
EliminarHola Lisa. Por si te entra la morriña de ver estos árboles y no quieres irte hasta San Francisco, aquí en España hay un bosquecillo de ellos muy chulo. Está en Cantabria, en la carretera que va de Cabezón de la Sal a Comillas. Los tamaños son mucho más modestos, claro está, pero no dejan de ser árboles bastante impresionantes. Escribí una entrada sobre este sitio: http://debibliotecaycampo.blogspot.com.es/2012/11/abrazando-secuoyas.html
ResponderEliminarHabía oído hablar de el, ahora me paso a ver lo que escribiste. ¡Gracias Miguel!
EliminarEn tu pueblo, Carrascosa, creo que hay una secuoya en la plaza del Coso. La plantaron hace unos 20 años y ya es bastante alta. Creo que hay algunas sembradas por el campo, pero solo lo sabe Carlos, el que las sembró. Ya sé que compinten con las que describes o con las otras de España, pero si con las que hay en la Serranía de Cuenca porque no hay más que las de nuestro pueblo jejeje.
ResponderEliminarJejeje, efectivamente, hay una secuoya en esa plaza, y me suena otra pero no recuerdo dónde exactamente. Lo único es que no son este tipo de secuoyas, sino la otra especie, que aguanta el frío perfectamente :)
EliminarMagnificas fotos Lisa y los árboles impresionantes, gracias. Un besin enorme y feliz fin de semana
ResponderEliminar¡Muchas gracias Lola! pasa un buen fin de semana disfrutando del entorno tan bonito que tienes :)
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