Valdehambre:
Valdehambre es el nombre que recibe la Hoz por la que discurre este mágico arroyo.
El valle comienza de una manera suave para irse cerrando entre farallones rocosos según avanzamos.
Siempre resulta interesante fijarse en este trozo de roca desprendido porque se ve perfectamente de dónde ha caído.
El nacimiento permanente del arroyo se encuentra debajo de este cortado, pero cuando llueve mucho, el arroyo trae agua desde más arriba y caen unas cascadas preciosas por la roca que se ve en la imagen.
Las vistas desde este lugar son mágicas:
e invitan al relax y la meditación:
Existen más cascadas hermosas que se pueden ver desde el mismo punto, como esta, que es permanente y tiene agua también en verano:
Volviendo a las tres cascadas anteriores, el agua pasa por debajo de esta roca antes de precipitarse al vacío. Parece haberla cementado a la roca de la base, por lo que aunque uno intente empujarla no caerá. Creedme, lo he intentado y he visto a más de uno intentarlo, jajaja. A pesar de que sólo por su peso sería imposible de empujar.
Justo en el borde sobrevive esta sabina (Juniperus sabina), llena de personalidad que seguramente haya adquirido al verse obligada a crecer en un complicado lugar:
Nos acercamos a la cascada que sale de la cueva:
Arriesgándonos un poco podemos conseguir una foto de la cueva, que está anegada de agua.
Valdehambre parece asentarse sobre un sustrato del periodo Jurásico, por lo que a veces nos saluda con graciosos fósiles, como este de un erizo de mar:
El Sumidero:
El Sumidero o Sima del Campo es una sima (cavidad grande y muy profunda en la tierra, según la RAE) que en época de lluvias recoge las aguas de la zona en forma de arroyo que se precipita en su interior.
Se encuentra dentro del término de El Pozuelo, pueblo de la provincia de Cuenca, en la frontera ya con Guadalajara.
Al parecer es una cavidad bastante conocida por espeleólogos, en la que hay que tener cuidado si entra en carga (empieza a entrar agua) ya que puede entorpecer la salida de la misma e incluso producir accidentes fatales.
En los últimos años se ha instalado un vallado que rodea la sima y que, en mi opinión, quita un poco el encanto de estos lugares "salvajes". Aún así hace la buena función de llamar la atención sobre un lugar que merece la pena ver y que si no se sabe que está allí podría pasar desapercibido.
Y aquí termina nuestro paseo por la Serranía de Cuenca; por el momento...
Muy chulas las fotos!!
ResponderEliminarGracias!!! :D
ResponderEliminarMuy chulo todo.
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias Javier!!
Eliminar