Palacio de Galiana (Toledo)

Cuando vi el estupendo garden tour de "paisaje libre" por los jardines del Palacio de Galiana, en Toledo, me pareció muy bonito. Es por eso que un domingo que pasé por Toledo me acordé y me acerqué a verlo.
Sin embargo la puerta de entrada a la finca, que es de propiedad particular, estaba cerrada y había un cartel que indicaba el horario de visitas: sólo los lunes, de 9:00 a 13:00 h y de 16:00 a 20:00 h. Así que, ya con la curiosidad metida en mi mente, volví al día siguiente:

El Palacio de Galiana es un edificio con mucha historia, remontándose al siglo XI, cuando seguramente era la almunia del rey de la Taifa de Toledo al-Ma´mun (1043-1075). Para saber más sobre su origen islámico y los distintos episodios de su historia, es interesante leer el artículo de este blog, en el que además hay fotografías del edificio a principios del siglo XX, cuando estaba en mal estado.

La entrada a los jardines discurre por un camino rodeado de un seto de ciprés bien recortado y otro de adelfas llenas de flores:

Según nos contó el jardinero, que se ocupa de hacer la visita guiada y de mantener los jardines en perfecto estado, el palacio fue adquirido por los padres de los propietarios actuales. En el blog "Toledo olvidado" se indica que en los años 60 los propietarios del Palacio eran Alejandro Fernández de Araoz y Carmen Marañón, y que decidieron restaurar el edificio, encomendando la dirección de los trabajos al prestigioso arquitecto Fernando Chueca Goitia. Supongo que serán a los que se refería el jardinero cuando nos lo contó. Comentaba que ella era una gran aficionada a la botánica y se encargó personalmente del diseño y restauración de los jardines y la huerta aledaña.

Flores de adelfa (Nerium oleander).

Flores de adelfa (Nerium oleander).

Al lado del camino de entrada está esta pequeña plaza con setos también de ciprés y lavanda, junto con algunos rosales:

Los propietarios se construyeron una vivienda al lado del palacio, junto a la plaza mencionada:

Las vistas del Alcázar de Toledo desde aquí son espectaculares:

Los jardines que rodean el palacio se componen principalmente de cipreses (Cupressus sempervirens o Cupressus macrocarpa), tanto columnares como en forma de setos, setos de lavanda (Lavandula latifolia), rosales y plantas trepadoras como hiedra (Hedera helix) y parra virgen (Parthenocissus spp.):

Presentan un estilo bastante regular y sobrio, sirviendo de marco al histórico edificio. De vez en cuando se encuentran detalles como piezas antiguas o esta columna con una espiral de hiedra:

Las paredes cubiertas de trepadoras:

Y los caminos delimitados por esbeltas cupresáceas:

Nos llevan hasta el huerto de los exteriores del palacio, que conserva esta estructura, de la que dicen ser un "reloj de agua":

Es un placer caminar por las calles del huerto, poblado de olivos (Olea europaea), manzanos (Malus spp.), granados (Punica granatum), higueras (Ficus carica) etc.

Flor de granado.

Y contemplar la vista MÁS BONITA del palacio:

La entrada es desde la pequeña plaza del inicio, a través de una pesada puerta de madera:

Vistas hacia fuera desde dentro.

Ya en el interior.

Una vez dentro se observa este patio hundido con una espaciosa "alberca" que se puede llenar de agua. En la actualidad se encuentra rodeada de ciprés y hiedra y adornada con macetas:

Las salas se encuentran adornadas con grandes tinajas que hacen las veces de maceteros:

Los granados enanos (Punica granatum var. nana) como éste quedan preciosos y son resistentes al duro verano mediterráneo de Toledo:

Vistas desde el interior hacia el patio con la alberca.

El edificio conserva algunos elementos islámicos como los arcos de ventanas y puertas:

También se conservan los escudos de algunas familias que han sido dueñas del palacio:

El piso superior, al que se accede por estrechas escalinatas, cuenta con estupendas vistas del patio, del huerto aledaño y de la ciudad de Toledo:

Patio.

Patio.

Vistas de Toledo y su Alcázar.

Vistas del huerto, cuyo extremo se asoma a la orilla del río Tajo:

En el piso superior se conservan algunos restos de pintura de la pared, como se puede apreciar en las siguientes fotos:

Así que, si pasáis por Toledo un lunes, no dejéis de visitar este pequeño rincón, muy hermoso y con mucha historia, como casi todo lo que hay en esta preciosa ciudad.

(Fotos tomadas el 5 de agosto de 2013).