Y parece que dicha festividad, tan dada a las historias de miedo, brujas, gatos negros, fantasmas...ha traído consigo una historia de terror para mi jardín.
Y es que...¡¡¡cuando llegué me lo encontré completamente comido por las cabras!!!
La sensación de haber perdido mucho trabajo y esfuerzo, algunas plantas muy valiosas para mí y la impotencia por no poder hacer nada, se ha convertido en un relato terrorífico que es ilustrado por la visión del jardín, escaso en hojas, sucio y desordenado... además de lleno de cacas de cabra.
Las cabras han tirado con la boca de suculentas de mis macetas...
Incluso las han tirado sobre otras macetas... que afortunadas han sido las Haworthias, que no han sufrido daños.
Aquí podemos ver un "antes" y un "después" de la Hakonechloa (basta con pasar el ratón sobre la imagen para ver el "antes"):
Han pisoteado todo el suelo, mirad las huellas:
Aunque estas pérdidas me duelan, las peores son las de plantas de hoja perenne, sobre todo si tardan en adquirir un porte determinado por crecer lentamente en mi jardín. Este es el caso del ave del paraíso (Strelitzia reginae), que al no aguantar heladas está en maceta y se desarrolla despacio. Este año tenía un porte con carácter que actuaba de punto focal en este pequeño patio (poniendo el ratón sobre la foto se puede ver la planta antes de los daños):
Han destrozado mi zamioculca, otra que crece lentamente y cuya belleza depende de su porte. Hasta han sacado las raíces:
Esta euphorbia me duele especialmente, me encantaba... (poner el ratón sobre la imagen):
Los restos han quedado desperdigados por el suelo...
Con lo bonita que estaba la Roldana petasitis...
En las siguientes tres imágenes podéis ver el antes poniendo el ratón sobre las mismas:
El bambú...se han comido aproximadamente un metro de longitud de la rama nueva que ha echado este año...
En esta foto del "antes" he señalado con una flecha todo lo que falta de la rama de bambú.
Así han quedado mi Tetrapanax más pequeño y un joven palmito (Chamaerops humilis):
Foto del Tetrapanax comido.
Foto del "antes"
Foto del palmito comido. Se ven hasta las marcas de los dientes.
La platanera (pasar el ratón sobre la imagen):
Poniendo el ratón sobre la foto se ve el "antes":
Y LO QUE MÁS ME HA HECHO SUFRIR, se han comido mi Schefflera taiwaniana entera y mi Begonia luxurians, dejando sólo un triste palito (fotos de antes y después señalando con el ratón):
Así de bonita estaba antes...
Más daños... en fin, podría seguir y seguir con más plantas comidas pero esta entrada ya es demasiado larga. Esta historia de terror aún no ha terminado porque ahora que las cabras han roto mi pequeña valla pueden volver a entrar y seguir devorando plantas.
Que impotencia y que sufrimiento. Yo todavía estaría llorando, seguro que tu también. Besitos.
ResponderEliminarSí, la verdad es que me ha sentado muy mal... :( ahora estoy pensando en cómo solucionarlo...
EliminarMuchas gracias Teresa!! besos a ti también :)
I am so sorry Lisa!!! That is beyond horrible. Are they wild (meaning not pets)?
ResponderEliminarThanks Loree! It´s horrible :(. At least I suppose the Scheflera will have new leaves. The goats are not wild, they belong to a shepherd but he lets them alone, so nobody was supervising when they got into my little garden.
EliminarComprendo tu malestar perfectamente, Lisa. Yo sufro con frecuencia la invasión de especies animaloides que echan por tierra mi trabajo de meses e incluso años. Y mi sensación siempre es de impotencia. Impotencia absoluta. Algunas veces, en la soledad de mi finca, sencillamente me pongo a llorar, porque no puedo hacer otra cosa. En mi caso son animales salvajes, jabalíes que destrozan los frutales, corzos que esperan que mis fresas estén bien frondosas y hermosas para devorárselas literalmente, perros asilvestrados que buscando ratones o topos o lo que les sale de los collones, destrozan mi huerto que tanto me cuesta cultivar, o cuervos que arruinan mi cosecha de cerezas. Y lo paso muy mal, porque soy muy sensible, y aunque a veces lo pienso, nunca iría con una escopeta a hacer guardia por la noche y cargarme alguno de esos animales. Pienso en positivo, y creo que formo parte del ritmo biológico, o como les llaméis vosotros, los estudiados de esas materias. Pero en tu caso, que son las cabras, con su dueño y su documento nacional de identidad, creo que no estaría mal dar un escarmiento a sus dueños. En tu caso, lo denunciaría, y que el dueño de las cabras se responsabilice de ellas. Pero claro, igual te pones a mal con los vecinos y luego te hacen la vida imposible en Carrascosa. Ay señor, qué complicado es todo. Bueno, Lisa, siento mucho el desaguisado que te hicieron . Un abrazo.
ResponderEliminarBuf, madre mía, pues lidiar con fauna salvaje es aún más complicado que lo mío... alguna lágrima no te voy a negar que se me ha escapado. El problema es que desde hace 5 años no puedo cerrar permanentemente mi jardín con un muro y el cerramiento provisional no ha sido suficiente esta vez para parar a las cabras que iban solas. No es culpa de las cabras, ellas hacen lo que tienen que hacer, ven algo verde y jugoso y van a por ello, jejeje.
EliminarAl final cargarte uno de esos animales, aunque lo hicieras, no serviría de nada porque vendría otro en su lugar. La única solución son cerramientos aptos para esa fauna, pero no hay casi ningún cerramiento que detenga a los jabalíes por ejemplo.
¡Muchas gracias por lo ánimos y un abrazo!