Una de mis cosas favoritas de la Sierra de Madrid en estos días son las nuevas hojas de roble melojo (Quercus pyrenaica). Son una delicia para los sentidos...
Este árbol habita únicamente en la Península Ibérica, el oeste y suroeste de Francia y el noroeste de Marruecos.
Es un roble más xerófilo (necesita menos humedad) que los que se encuentran en el norte de Europa (como Quercus robur, Quercus petraea y Quercus humilis). En general requiere 600 mm de precipitación anual, de los que 125 mm deben caer en verano, aunque no siempre se consiga. Además habita zonas en las que se suelen producir heladas y existe continentalidad (al estar alejadas de la costa los contrastes entre frío y calor del verano y el invierno son pronunciados).
Pequeñas hojas emergiendo en El Escorial, Sierra de Guadarrama, Madrid
Vive entre 0 y 1500 metros sobre el nivel del mar y huye de los suelos calizos.
En España podemos encontrarlo en casi todas las provincias del cuadrante noroccidental, mientras que escasea en la mitad oriental (prácticamente ausente del Pirineo...sí, a pesar de su nombre. Escaso en Cataluña). Además evita la costa.
Es una especie que rebrota muy bien de raíz y cepa, esto ha hecho que existan muchos bosques de melojo con árboles que parecen pequeños y jóvenes, pero que en realidad son viejos ya que se han ido cortando una y otra vez para leña o alimento del ganado.
La primera vez que vi sus pequeñas hojas brotando, aterciopeladas y con esos suaves colores verdes y rosados, me enamoré. Las hojas adultas son mucho más grandes pero igual de peludas. Claramente se trata de una adaptación a las altas temperaturas estivales del clima mediterráneo.
Acariciar estas hojas es una delicia:
Es, como varios de los robles españoles, una especie marcescente (esto quiere decir que en el otoño, cuando las hojas se pierden, no caen tan fácilmente al suelo y muchas permanecen en las ramas hasta la emergencia del nuevo follaje en primavera). Esto nos permite contar, tanto en otoño como en invierno, con paisajes tan bonitos como los siguientes (Gil García, Sierra de Gredos, Ávila, España):
Hojas secas de Quercus pyrenaica en primer plano
Suelo cubierto con hojas de melojo
Todo esto es solo un árbol, con bastante edad, que ha rebrotado múltiples veces de cepa. Gracias a la erosión en el suelo podemos ver cómo los troncos están unidos a nivel de cepa y de raíz
The new leaves looks so inviting to be touched, soft and velvety!
ResponderEliminarThat is just how they are!!! :)
EliminarLisa, veo que tenemos muchos gustos iguales, tengo una entrada para poner igual, bueno parecida a la tuya. Besos.
ResponderEliminarEs verdad Teresa!! Que bien!! Estoy deseando ver tu entrada!! Ahora esque tengo poco internet.
Eliminar¡Oh, qué bonito! Las hojas rosaditas y esponjosas que salen en primavera... y el andar por la alfombra de hojas secas... los robledales son realmente únicos, para dejarse llevar y sentirlos.
ResponderEliminarLa verdad es que sí José Manuel!! Los robledales son preciosos y muchos otros bosques también, una gozada para los sentidos.
EliminarThe new leaves are fabulous and as Mark and Gaz said, they look soft and invite touching! Thank you for sharing this tree; it's new to me!
ResponderEliminarThe leaves are velvety all the year round!! I think you like leaves of this kind, maybe they should try this tree in the nurseries there if they don´t have it. Maybe some people would like it.
EliminarHola Lisa. En la Serranía hay hermosos robledales de Melojo. Me han entrado unas ganas al ver tu entrada de verlos empezar a ponerse verde que no veas.
ResponderEliminarUn saludo.
¡¡Tienes razón Toni!! ¡tienen que estar echando hoja ya, seguro! ¡un saludo!
EliminarHola Lisa!! Aqui me tienes de visita en tu blog :) Me ha traído una fotografía del Santo Google. Te cuento, esta tarde al salir del curro encontré tiradas en el margen de la carretera unas ramas de lo que me parecieron restos de poda, parecían corresponder a un arbusto o árbol grande. Puse fotografías para que me lo identificara pues no había visto nunca estas preciosas hojas. cual fue mi sorpresa al saber que se trataba del melojo. Claro, las hojas ya crecidas las conocía pero así, recien brotadas, con esas pelusilla y esos tonos rosas...qué delicia!! Precisas!! Pondré uno en mi jardín, sin duda. Tu fotografía, fantástica!! Gracias, Lisa.
ResponderEliminarMuchas gracias y bienvenida :D. Si es que las hojas de melojo cuando están brotando son de lo más bonito que hay :). Me alegro de que lo hayas descubierto. Seguro que te quedaría genial uno en tu jardín, y al ser autóctono ¡¡estará de lo más a gusto!!
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