El Parque Güell

España no destaca por sus jardines centrados en la vegetación y las composiciones vegetales, pero sí posee jardines importantes a nivel arquitectónico, que reciben multitud de visitantes a diario. Uno de los más emblemáticos es el Parque Güell (Park Güell). Y el símbolo indiscutible de este parque es este dragón o salamandra, el Drac:

El Parque Güell, situado en Barcelona, es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1984.

Nació del encargo de Eusebi Güell, al arquitecto Antoni Gaudí, de una urbanización para familias acomodadas en una gran finca que había adquirido en la zona denominada "la montaña Pelada", con insuperables vistas al mar y a la llanura de Barcelona. 

Estaba prevista la realización de 60 parcelas donde Güell quería recrear los selectivos condominios británicos. Las obras avanzaron a buen ritmo al principio, pero varios factores como las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el carácter exclusivo de la urbanización y la falta de transporte adecuado, hicieron que el proyecto no siguiera adelante. Tras la muerte del dueño, los herederos ofrecieron la zona al Ayuntamiento de Barcelona, que lo adquirió en 1922 para abrirlo como parque público cuatro años más tarde.

Actualmente el parque cuenta con una gran zona de acceso libre y con una "Zona Monumental" de acceso regulado. La disponibilidad de entradas es de un máximo de 400 visitantes cada media hora y cuesta alrededor de unos 8 euros.

En esta Zona Monumental es donde se concentran la mayor parte de las obras emblemáticas de Gaudí en el parque. Gaudí poseía un prodigioso dominio de las formas y los materiales, así como un gran dominio técnico...pero fue su pensamiento trascendente, su sólida formación humanística y sus profundas convicciones religiosas las que le llevaban a crear obras llenas de contenidos simbólicos, englobadas dentro de la corriente del modernismo.

Gaudí estudiaba hasta el más mínimo detalle de sus creaciones e integraba en la arquitectura multitud de trabajos artesanales que él mismo dominaba (como la cerámica, vidriería, forja, carpintería...). Muestra de ello son todos los detalles que vamos a ver a continuación, empezando por esta torre de la conserjería. Esta casa fue concebida para recibir a los visitantes de la urbanización.

Junto a la conserjería se encuentra la casa del guarda, concebida como la residencia del portero de la urbanización. Ambos edificios cuentan con unas cubiertas revestidas de cerámica quebrada o trencadís (sistema decorativo muy apreciado por Gaudí, consistente en recubrir superficies con pequeñas piezas de cerámica quebrada).

Después se tiene acceso a la escalera monumental, una doble escalinata en cuyo centro hay multitud de detalles y una serie de fuentes:

Todo el mundo espera cola para hacerse fotos con el dragón:

Vista de la escalinata desde arriba

La Sala Hipóstila o Sala de las columnas, a la que se accede a través de la escalinata anterior, cuenta con 86 columnas inspiradas en el orden dórico. Fue concebida como un espacio cubierto que podía servir de mercado de la urbanización. El techo está formado por pequeñas cúpulas construidas con la técnica de la bóveda catalana o tabicada, recubiertas de cerámica quebrada.

En la siguiente imagen vemos uno de los plafones dispuestos a modo de clave de bóveda, lleno de color. Estos fueron proyectados por Josep Maria Jujol, colaborador de Gaudí:

Sobre el pabellón que acabamos de ver está la Plaza de la Naturaleza. Esta gran explanada era conocida como Teatro Griego o Teatro de la Naturaleza, y allí se preveía la celebración de espectáculos al aire libre:

El famoso banco ondulado, que rodea toda la plaza, fue proyectado por Josep Maria Jujol entre 1910 y 1914, utilizando bloques prefabricados de hormigón recubiertos de cerámica quebrada y piezas de cerámica cilíndricas. Desde luego estos bancos son una maravilla y enmarcan unas vistas espectaculares, tanto de la casa del guarda y la conserjería, como del mar y Barcelona:

Me gustan las garras que sujetan la estructura. ¿Pertenecerán a las cabezas que se asoman?

Otra de las estructuras es el Pórtico de la Lavandera, delimitado por una puerta de hierro:

Una vez fuera del conjunto monumental, podemos ver la casa muestra de la urbanización (Casa Museo Gaudí, actualmente), rosada, de Francesc Berenguer. Fue habitada por Gaudí hasta poco antes de su muerte. Francesc Berenguer fue discípulo y colaborador de Antoni Gaudí. Como no terminó la carrera de arquitectura ejerció de arquitecto sin poder firmar sus obras. Otros compañeros de profesión, en ocasiones el propio Gaudí, para el que trabajó casi en exclusiva, firmaban sus obras.

No está mal como lugar de residencia ¿no creéis?

En la zona de entrada libre hay multitud de obras que confieren personalidad al parque, como las que veremos a continuación:

Parece que les gustaban los ágaves...

Aquí están las escandalosas cotorras invasoras que ahora se encuentran por todas partes en los parques de España:

Estas estructuras con ágaves tienen algo que llama la atención...y no sé por qué, pero me hacen pensar en los Picapiedra:

Hay alguna cosa más que ver en este parque, pero es mejor ir a verlo en persona. ¡Espero que os haya gustado!