El volcán Poás y su bosque lleno de epífitas

La semana pasada me sorprendió una pequeña noticia acerca de una erupción freática en el volcán Poás, de Costa Rica. Este es el primer volcán activo que vi en mi vida, en el año 2005, y he querido recuperar las fotos de aquel maravilloso viaje para ponerlas aquí.

Recuerdo que además del volcán, el entorno era un sitio espectacular, un bosque tropical lleno de plantas epífitas (aquellas que para estar más cerca de la luz crecen sobre ramas de árboles). Hay también lo que llaman un "bosque achaparrado", en el cual los árboles son pequeños y cuentan con ramas y troncos retorcidos. Esto es consecuencia de su situación en una zona expuesta a elevada altitud, donde las condiciones para crecer son más duras.

Pero no hablemos más y veamos unas imágenes...

Bromelia sobre una rama

El volcán Poás se encuentra en la Cordillera Central de Costa Rica, bastante cerca de la capital, San José. Según la página de la Red Sismológica Nacional, se trata de un estratovolcán complejo a 2708 metros sobre el nivel del mar y con una altura del edificio de 1700 m.

También fue aquí donde vi por primera vez las gunneras, una planta que me impactó por el tamaño de sus hojas:

En esta foto de la entrada al Parque Nacional Volcán Poás, que he tomado prestada de mi amigo Nacho (espero que no le importe), se ven las hojas de esta planta junto a tres compañeros como escala. Concretamente la especie es Gunnera insignis. 

En la cima del volcán están las tres estructuras más recientes: el cráter principal del Poás, que es el que vemos en las fotos y que sigue activo, el cono Von Frantzius (es el monte cubierto de vegetación que se ve tras el cráter) y la laguna Botos o Fría (laguna que queda en un antiguo cráter volcánico inactivo).

Aquí está el cráter principal, de un gran tamaño (1,5 km de diámetro y 300 m de profundidad). En su fondo hay una laguna que emana gases y vapor. Presenta una temperatura que varía entre 40 y 60ºC y es rica en sustancias minerales diversas. Tiene, además, un pH de prácticamente cero, lo que la convierte en una de las 20 lagunas naturales más ácidas del mundo.

En esta imagen se aprecian bien las capas de ceniza depositadas unas sobre otras:

Este es el mirador desde el que los turistas observan el cráter:

Actualmente el volcán presenta actividad de tipo exhalativa (fumarólica) y de micro-temblores, según la Red Sismológica Nacional de Costa Rica. Hay fumarolas de alta temperatura (unos 800˚C), como se aprecia en la imagen, y de vez en cuando se producen pequeñas explosiones freáticas como la que se ha dado el pasado día 25 de febrero de 2014 a las 12:02 p.m. hora local de Costa Rica.

fumarolas

imagen de la erupción freática acaecida el pasado 25 de febrero. Fuente.

En cuanto al riesgo volcánico, la Red Sismológica Nacional estima que, a corto plazo, los mayores peligros son la lluvia ácida (debida a los gases que expulsa el volcán) y las erupciones freáticas y freatomagmáticas pequeñas o moderadas, similares a las del presente y pasado siglo. En el caso de darse una gran erupción imprevista, como la de 1910, existiría un peligro importante para los visitantes en el mirador e instalaciones cercanas.

Caminando un poco más, se accede a la laguna Botos, de agua fría que va a parar al río Sarapiquí a través de un afluente. El color verde azulado de esta masa de agua es una preciosidad y, como vemos, está rodeada de bosque tropical nuboso:

No hice fotos buenas del maravilloso bosque que rodea toda la zona, así que habrá que conformarse con estas que os pongo aquí, para hacerse una ligera idea de la belleza botánica del lugar:

Está todo lleno de bromelias sobre las ramas de los árboles... las dos siguientes imágenes son bastante malas pero sirven para hacerse una idea:

 También hay helechos arborescentes:

Y bonitas vistas entre los árboles:

Un paraíso de las epífitas que merece la pena visitar, incluso aunque no existiera un volcán: