Se trata de un parque precioso que en su día fue una finca de uso privado (siglo XVII). Tras pasar por múltiples propietarios, en 1948 fue comprada por el Ayuntamiento de Madrid que la restauró y abrió al público.
Mi paseo empieza en el Parque de Sancho Dávila, que aunque no forma parte del parque de La Fuente del Berro, comunica directamente con él. El 13 de mayo de 1968 el Parque de la Fuente del Berro fue ampliado con una franja de 53.686 metros cuadrados, a lo largo de la M.30, que constituye dicho Parque de Sancho Dávila.
Como era un día de abril, las especies de hoja caduca estaban todavía sin hojas. Por eso lo que más se ven son los grandes ejemplares de Cedrus deodara (cedros) como el de esta foto:
Las praderas de césped que cubren las pendientes del parque estaban llenas de margaritas y dientes de león:
Y las mahonias estaban floreciendo como locas:
Debo confesar que las mahonias (Mahonia aquifolium) nunca me han apasionado, sin embargo estas estaban estupendas:
Y ahora sí, dentro del parque de La Fuente del Berro:
Hasta hace unos años esta zona del parque era todo tierra y la gente la utilizaba para jugar partidos de fútbol. Ahora han construido un estanque y puesto plantaciones que con el tiempo crecerán y darán forma al nuevo ajardinamiento:
Este árbol que hay junto al estanque es una de las singularidades del parque. Se trata de un Cupressus drupacea o enebro de Siria catalogado como árbol singular de Madrid. Se encuentra protegido por una valla de madera y es el único ejemplar de esta especie existente en Madrid, con alrededor de 112 años de edad:
Las zonas de sombra bajo los árboles están llenas de acanto (Acanthus mollis), que me encantan:
Este es un ejemplar de Ginkgo biloba espectacular, puede que el más espectacular de Madrid. Se trata de un pie femenino. En otoño el follaje adquiere su característico color amarillo, maravillando a los que pasean por allí:
No sé qué planta es esta:
Este es un rincón dedicado a los enamorados:
Las forsitias en flor:
Las hojas del castaño de indias (Aesculus hippocastanum) se ven preciosas contrastando con el cielo:
!!!!!Yucas!!!!! me encantan:
Este edificio es el palacete del parque. Hace un par de años abrieron un restaurante en una zona del palacio. Es una pena que no haya durado ya que debía de ser bien bonito cenar o comer allí:
En esta foto se puede ver un gran magnolio (Magnolia grandiflora) al lado de un palomar:
A lo lejos se ve un monumento dedicado al poeta español del siglo XIX Gustavo Adlofo Bécquer:
Y para terminar, una hermosa Trachycarpus fortunei, que tanto me gusta:
Estupendo reportaje, y mira que he vivido siempre en Madrid pero jamás he ido a dicho parque.
ResponderEliminarTe voy a pedir prestadas las fotos del Ginkgo biloba, ando preparando una entrada sobre dicho árbol y el que tengo en casa no llega todavía al metro de altura...(imagínate que ridiculez aún)
Gracias!! sí, claro, usa las fotos si te vienen bien :). Aunque sea así de pequeñito es precioso seguro, solo las hojas ya merecen la pena.
EliminarQué delicia de paseo Lisa, gracias por mostrarlo. Siempre he tenido en la cabeza que si tuviera un jardín grande plantaría un castaño de indias..., me encanta!
ResponderEliminarGracias a ti!! sí, la verdad es que son árboles espectaculares y las hojas son preciosas! un saludo!!
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